Defenderé un internet libre porque me ha permitido conectarme con otros y luchar por la libertad de las personas. Ha sido clave en casos como el Héctor, Esperanza, Gustavo, Maruchi y Gilberto, y los detenidos el #1DMx por citar algunos ejemplos. No me imagino su libertad sin internet y en este sentido amo a internet. La vigilancia masiva de la red amenaza esta capacidad de movilización al dar a los gobiernos la posibilidad de anticiparse.
Expresarte por internet te puede llevar a la cárcel en México, como expresarte llanamente ha llevado a la cárcel y a perder la vida muchas personas en este país. Esto es así porque la opinión molesta a las crecientes pulsiones autoritarias y más si es la opinión es libre y por lo mismo incontrolable.
La democracia entiende que hay reglas conocidas y aceptadas para la toma de decisiones colectivas. Hoy Internet favorece que más personas accedan a información y discutan los temas públicos. Para decirlo en términos freudianos: en México, la libertad de expresión de las personas ha generado “gastritis” en la clase política y “colitis” en algunos medios convencionales. Es el malestar en la democracia, mientras más crece el acceso y el uso de las tecnologías de la información más aumenta la molestia y por eso han reaccionado.
En términos democráticos, el uso extensivo de internet derriba el concepto de audiencia tradicional y tiende a romper, para los políticos, el nexo corrupto que los une con algunos medios convencionales como los monopolios de la televisión. El control se complica cuando los mensajes tienen múltiples orígenes; el anonimato de la audiencia tradicional no importaba mientras existía un receptor pasivo. Con los entornos digitales la audiencia se convierte en miles de nodos que generan contenidos y procesos de interacción y colaboración espontáneos y es precisamente la falta de control lo que el autoritarismo no tolera.
El poder político ha ensayado diferentes métodos de control y censura. Pero el reto mayor que ha enfrentado internet es la vigilancia masiva que realizan los gobiernos, en especial el de los Estados Unidos. Mediante acuerdos secretos la NSA entró a los centros de datos de Google y Yahoo. Todos los días recoge más de 5 billones de datos y metadatos de comunicaciones alrededor del mundo y muy probablemente tiene acceso a tu agenda y contactos, así como a tus preferencias en internet y los lugares que visitas. El gobierno Mexicano de igual manera opera programas de espionaje sin rendir cuentas sobre la legalidad de su uso.
La libertad de expresión en México y en el mundo ha sido ganada a costa de vidas humanas de generaciones que nos antecedieron. Hacer efectivo el derecho de todo individuo a la libertad de opinión y de expresión que incluye: el de no ser molestado a causa de sus opiniones; el de investigar y recibir informaciones y opiniones; y el de difundirlas sin limitación de fronteras por cualquier medio de expresión, no es una concesión de ningún gobierno sino algo que fue ganado por luchas ciudadanas y movimientos sociales. Es un acervo que nos pertenece y que debemos acrecentar.
Por eso hoy un conjunto de organizaciones civiles entre ellas el ContingenteMx y miles de personas hemos decidido movilizarnos mundialmente “The Day We fight Back” representa una reacción de la sociedad civil internacional en defensa de sus libertades. Es momento de contraatacar.
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